Cristian- Capitulo 1

Cristian un Nefesht de cien años viviendo –Si, eso se llama vivir- de las almas humanas. Siempre tomo lo que quiso. Siempre humanos.
Hasta que tomo un poco del alma de la persona equivocada.
Lisange.
La hija de la única persona que alguna vez en su vida que le había tenido un poco de cariño. La que lo había sacado de la miseria y lo había salvado de la locura.
Y Lisange no fue diferente. Ella le enseño a querer. Algo nunca había echo. Ni siquiera cuando era humano.
Fue tanto que dio su vida por ella… o casi.
Porque ahora está en un bosque desconocido. Con una mujer loca, amable y extrañamente irresistible.

CAPITULO 1

Cassie estaba recogiendo plantas cerca del rio. Era casi imposible encontrar algo cuando el piso esta malditamente lleno de nieve. Pero las necesita.
Un zorro rojo estaba detrás de un arbusto y Cassie sonrió.
Tenía una extraña conexión con los animales. La naturaleza era increíblemente hermosa. Y los animales y ella se llevan bien. Todos. No había ninguno que no quisiera.
El zorro corrió al bosque, y detrás de el estaba. Sebastián. Era su amigo de años. De hecho su único amigo. Su padres habían muerto, y ella ya era lo bastante grande para necesitar cuidados de alguien, pero Sebastián siempre había estado con ella.
El vive en una comunidad en el bosque. En pequeñas cabañas y estaban muy lejos de conocer la tecnología. La comunidad había crecido con creencias especiales. Y se negaban rotundamente a entrar a la civilización donde los ignoraban completamente. Todos sobrevivían con la naturaleza. Cazaban y se curaban ellos mismos.
Cassie era la única que se había salido de la comunidad, y no por cuenta propia, la habían echado como un perro después de que sus padres murieron y no tuvo a nadie más que la protegiera. Ella no se fue a vivir lejos. Sebastián le ayudo a construir su propia cabaña en el bosque cerca de la comunidad. Cuando sus padres murieron, ella tenía 17 años. Pudo sobrevivir sola. Sabia cazar, recoger frutos y recolectar plantas.
La habían echado porque ella” iba a traer destrucción”. Algo totalmente ridículo. Por eso la habían llamado Cassandra. Que significaba “Profeta de la Condenación”. Sus padres nunca hicieron caso a semejante tontería, tuvo una niñez difícil, todos le gritaban cosas, la humillaban y nunca tuvo amigos. Tal vez eso debería haber hecho más fuerte. Pero nunca pudo lograrlo, solo era sarcástica, burlona y sincera. Eso siempre le ayudo a llevar mejor las cosas, Sebastián siempre era una buena compañía, aunque siempre estuvieran en desacuerdo. También cazan juntos. Es lo que más le gusta hacer. Aparte de trabajar en el pequeño supermercado en las afueras del bosque.
Solo lo tenía a él y a su pequeño paciente en coma, que ocupaba su cama.
Lo había encontrado hace una semana en el río. Estaba como muerto. Un milagro que siguiera vivo. Cassie no pudo dejarlo ahí, se lo llevo y desde ese día trata de curarlo con alguna plantas.
-¡Hey!,¿ Que haces afuera?, la temperatura esta helada- dijo Sebastián
-Si, soy un cubito de hielo - contesto
No es que lo tuviera confianza, pero de alguna manera Cassie no creía que a su amigo le gustara la idea de tener a un desconocido en su casa.
-Deberías irte a casa, Cassie, la noche va caer pronto y lo lobos están sueltos-
-Eso es lo que pasa cuando la gran bola blanca aparece en cielo -
-¡Cassie!, estoy hablando muy enserio , hace una semana se escuchaban aullidos desgarradores y diabólicos, seguramente eran dolor de panza- dijo Sebastián sarcásticamente
-Tal vez, o estaban jugando a ver quien reía mas fuerte-
Sebastián bufo
-Eres tan.. -
-Linda, si lo se- dijo Cassie cortando su oración
Sebastián puso los ojos en blanco.
-¿Si sabes que te amo verdad?-
El lo decía tan seguido, que Cassie había dejado de creer que fuera cierto y que solo lo decía por molestarla, un “te amo” de el era como un “Te odio”
-Si, yo también te amo- dijo Cassie sonriendo y simulando un par de comillas con sus manos
-Lo sabía, siempre lo supe-
-Si, te lo digo todos los días idiota, tal vez es por eso-
Sebastián se carcajeo
-Bien, me gustaría quedarme pero a diferencia de ti, no quiero ser comida para perro-
-Está bien no te preocupes, yo me quedare aquí para esperar una muerte dolorosa- dijo Cassie
Cassie camino de regreso a su cabaña. Llego y reviso a su paciente.
Tan inmóvil como el día en que llego. Con su cabello negro cayendo sobre los lados de su cabeza. Su cuerpo meticulosamente formando y duro.
Era hermoso.
Se pregunto, ¿Quién era?, ¿De dónde venía?, ¿Por qué estaba así?.
No sabía. Pero mientras respirara, ella cuidaría de él. No era tan mala persona como para dejarlo ahí tirado.
-Ange..Ange ..-susurro su paciente
Eran las primeras palabras que decía.
-Shh tranquilo chico guapo, estas bien-

Cristian escuchaba la duces palabras de alguien alado suyo. Se sentía tan agotado. Tan cansado. Y con tanta hambre.
Y el alma que tenia alado era tan deliciosa.
Cristian abrió los ojo de golpe. El hambre lo recorrió.
¿Cuánto llevaba aquí?
Cristian se dio cuenta que una mujer muy bonita lo miraba sorprendida. Su cabello café le colgaba hasta la parte baja de la espalda y caía sobre sus hombros. Sus ojos verdes lo miraban atónita.
-¿Quién eres?- gruño Cristian
-¿Quién eres tu?- pregunto dulcemente, no enojada por el gruñido de Cristian
-Cristian, ¿Cuánto llevo aquí?-
-Hola Cristian, ¿Cómo te sientes?-
Cristian resoplo. Humanos
-¿Cuánto llevo aquí?-
-¿Tienes hambre?, te he hecho comer a la fuerza pero ni así comes-
¿La humana no entendía?
-¿Cuánto llevo aquí?- repitió Cristian
-Una semana- dijo por fin la mujer
¡ Santa Mierda!, por eso tenía tanta hambre..
-Tengo que irme- dijo Cristian rápidamente
-No creo que..- dijo La mujer pero se cayó cuando Cristian izo un sonido de dolor
-Te dije que no era buena idea, tienes todo el cuerpo destrozado, ¿Qué te paso?- repitió la mujer
-Que te importa- gruño Cristian
Pero en su mente imágenes de Sheuts, (Malvadas criaturas sin alma. Bueno literalmente porque ellos tenían muchas almas, las almas de los humanos que se convertían en un Nefesht como él) atacando nublaban su mente, más imágenes de el y Lisange en un rio con el agua helada. Cristian se estremeció.
-Que amable – dijo la mujer que aun lo miraba fijamente. Pero aun no estaba enfadada
Cristian se pregunto si estaba mal mentalmente. Nadie era tan bueno con el.
-Mira me tengo que ir de aquí, ¿Tienes un teléfono que pueda usar?-
-Un “Gracias por salvarme la vida”, también habría funcionado- dijo la mujer
Era tan fastidiosa.
-No te pedí que lo hicieras- dijo Cristian sinceramente
Lo miro sorprendída.
-¿Querías morir?-
-¿Si te digo que si, me dejas en paz?-
La mujer iso una mueca
-¿Siempre eres así?-
-¿Por qué preguntas tanto?- pregunto Cristian desesperadamente
-¿Por qué nunca contestas?- insistió
-¿Por qué nunca te callas?-
Cristian se estaba desesperando. Ella era tan… amable, que le hacía querer salir corriendo de ahí.
-No te puedes ir- dijo la mujer
Cristian gimió.
-Si puedo-
-No, no puedes, no lograras mantener ni diez minutos en pie-
Cristian odiaba admitirlo pero la humana probablemente tenía razón. Sentía el cuerpo hecho una total mierda.
-No me voy a quedar aquí-
-Lo siento pero no puedo cargarte y llevarte donde gustes- dijo la humana
-Bien- respondió Cristian enojado.
-¿Tienes hambre?, hay leche caliente-
¿Estaba loca?, ¿Tenía problemas de trastorno de personalidad?, pero ella cometió un grave error, solo le recodaron la comida a Cristian y su mirada se lleno de hambre y de deseo.
Seguramente el alma de la mujer sería buena. Tal vez muy buena, ya podía saborear su sabor.
Pero ella le sonreía tan dulcemente que no pudo seguir con su pensamiento.
-No, no quiero nada, lárgate-
- Eres tan amable, muérete de hambre-
Cristian quiso reír. Por alguna ridícula razón que desconocía.

Como les prometi, aqui esta el primer capitulo. Espero y les guste. No se,cuanto me lleve con Cristian pero no seran muchos capitulos. Voy abrir una encuesta para que voten por quien quieren para el nuevo Fic, tan pronto termine con Cristian ^^