Capitulo 39 !!

Capitulo 39
Lisange todavía podía sentir el beso de Cristian en sus labios.
-Mientras eso no suceda Cristian, no vuelvas a besarme-
-Por supuesto que no, te voy a volver besar, una, dos, tres, las veces que sean necesarias- dijo el
¡Era increíble!, ¿porque simplemente no se alejaba de Lisange?. Así era más fácil para todos. Y aún así esas palabras hicieron sentir a Lisange cosquillas por todo el cuerpo. Y no eran de las coquillas malas.
-Bueno me besaste, Quiero saber como te convertiste en un Nefesht-
-Eso es algo muy privado Lisange-
-Y que, tu me has besado-
-¿Y?- dijo Cristian
-Tengo una pareja- puntualizo Lisange
-Y que, te gusto mi beso-
-¿Estás diciendo que me hiciste un favor?-
-Lo deseabas igual yo-
-Tienes un ego grande para pensar así-
-¿Te has dado cuenta que siempre terminamos peleando?- dijo Cristian
-¿Sera porque eres muy irritante? O porque cuando no estás insinuándote es porque ya estas encima de mi-
-¿Y cuál prefieres?-
-¡Ves!, eres irritante-
-¿Por qué?, si solo te digo lo que pienso-
-No, lo haces para molestarme-
-¿Y tu como lo sabes?, eres una cazadora no una lectora de mentes-
-Bien, tengo un sexto sentido-
-No es cierto-
Lisange decidió no seguir hablando sabía que no le iba llevar a ningún lugar, terminarían peleando y probablemente terminaría tirada en una zanja.
No se dio cuenta que esa última parte la había dicho en voz alta, hasta que Cristian dijo
-¿Por qué demonios te tiraría en una zanja?-
-La vez pasada me tiraste al bosque, lloviendo, casi muero congelada-
El rostro de Cristian se crispo. El sabia que ese maldito día no debió haberla dejado salir. Se había torturado toda la noche pensando en si estaba viva o no.
-Ya te pedí disculpas por eso y no voy volver repetir-
¿Qué debía decir Lisange a eso?
¿Discúlpame?
-Lo se-

Alexander estaba de rodillas en suelo sintiendo el horrible dolor que lo atravesaba. Era como si intentaran rellenarlo y ya estaba esta el tope. Iba a explotar.
-Has que par-e- dijo Alexander jadeando
Lucían no podía hacer nada. Se iba a meter en problemas por esto. Se supone que las almas no se regresan.
Después de los minutos más largos de su vida, el dolor paro. Alexander no estaba seguro. Tal vez era su imaginación. O tal vez estaba muerto.
-No estas muerto- dijo Lucían sonriendo
-¿Termino?-
-Si, ¿Por qué, quieres más?-
-No- dijo Alexander nunca en su vida quería volver a sentir lo mismo.
-Bien-
-¿Po que me convertiste en …humano?-
-Tienes que deshacerte de Vladimir-
-¿Y cómo lo voy a hacer si soy humano?-
-No eres un humano normal, ¿Crees que después de haber estado siete años en pause, volverás a ser el mismo?-
-Entonces..-
-Vamos a ver qué es lo que aún puedes hacer- dijo Lucían mientras llevaba a Alexander a fuera.
-Atácame, como si fuera..Cristian- dijo Lucían sonriendo
Alexander se le dibujo una sonrisa en la cara, Lucían había echo una muy buena elección.
Y ahora Alexander corría para atacarlo.

-¿Estás seguro que es aquí?- pregunto Beth
-Completamente, todos estos año me mantuve alejado, pero los veía de vez en cuando-
-Bien, vamos a…- Beth iba a decir que tocaran la puerta cuando esta se abrió fuertemente haciendo que ambos retrocedieran unos pasos.
Cuchillos salieron disparados por quien sabe cuántos malditos lugares, claramente hacia ellos.
-¿Qué demonios..- susurro Adrian
Cuando la lluvia de cuchillos paro y ellos seguían de pie sus atacantes decidieron salir. Una pareja salió armado con katanas cortas, y un cinturón lleno de cosas para probablemente tener una muerte rápida.
-¡Paren!, no venimos a pelear- grito Adrian
La pareja dudosa dejo de atacar.
-¿Beth?- susurro Marissa
Ella era una antigua amiga, de la comuna de cazadores donde Vivian tenia el cabello negro largo hasta el final de la espalda.
-Eric que agradable sorpresa- dijo Adrian al esposo de Marissa. El era un típico y respetado cazador. Alto, fuerte y con el cabello castallo. Estos dos eran lo más cercano que tenían a un amigo cuando vivian en la comuna. Y ambos eran rudos y muy buenos peleando, Por eso terminaron juntos. Tienen demasiadas cosas en común.
-Un momento, Beth murió..- susurro Marissa
Un segundo después sus ojos se dilataron, su cara se puso blanca y aunque habia dolor en sus ojos levanto de nuevo su espada.
-Es una larga historia, pero Beth no te va hacer daño- dijo Adrian
Marissa dudaba.
-Baja eso, mujer, son nuestros amigos- dijo Eric
Con fuerte suspiro Marissa bajo la espada. Sonrió y luego se arrogo a los brazos de Beth
-¿Qué demonios paso?-
-No lo van creer-
-¿Es malo he?- dijo Eric
-No, solo algunos Sheuts detrás de nosotros- dijo Adrian
-No nos hemos topado con algún Sheuts desde la última vez que te vi- dijo Eric
-Está la guardia aquí- dijo Adrian y pudo ver como Eric se tenzaba- Nuestro amigo Vladimir quiere saludarme-
-¿Qué demonios hiciste?- pregunto Marissa
-Nada-
Los dos hicieron una mueca.
-¿Y Beth, has estado todo el tiempo..asi?- dijo Marissa refiriéndose claramente a “Eres un Nefesht”
-Si, el dia del ataque para ser más precisos-
-¿Por qué nunca nos dijeron nada?- dijo Eric ahora de pronto furioso
-Bueno ni siquiera yo sabía que Beth estaba viva, y como ustedes yo me quería alejar de esto por el bien de mis hijos-
-¡¿Cómo que no sabias?!- pregunto Eric
-Es una larga historia- contesto Beth
-Hay suficiente tiempo para contarla- dijo Marissa sonriendo
-Asi que ..¿Vienen por ayuda?- pregunto Eric
-Si, no somos suficientes-
-¿Cuántos?-
-Cuatro Nefesht, tres cazadores, un Sheuts y un vampiro-
-¿Estas bromeando?- pregunto Marissa
-Desde cuando te unes a lo enemigos- dijo Eric bromeando
-Desde que intentaron llevarse a mi hija- dijo Adrian
Esto hizo estremecer a Marrisa y Eric. Ellos estaban más que encantados en ayudar. Y lo iba hacer.
Solo que con esto ya no estaban tan seguros.
Y por alguna razón Beth logro ver eso en sus rostros, solo que no sabia a que se referian.
Segundos después lo entendió.
Dos niñas salieron de la casa una tenía unos seis o siete años y la otra apenas llegaba al año y medio.
Beth lo entendió.
No iban a poner en riesgo la vida de sus hijas.En pocas palabras no iban a luchar con ellos.