Capitulo 30 !!

Aqui el nuevo capitulo, espero y les guste. Como les prometi ya no me atrasare con los capitulos, pero esta semana tengo examenes. Asi que tal vez el Miercoles no publique hasta el Domingo.

Capitulo 30
Cristian enarco una de sus cejas.
-No tienes que decirlo dos veces- Dijo Cristian
Fue hacia la regadera y abrió las lleves. El agua salía fría al principio tenia que esperara a que se calentara.
Lisange se veía muy nerviosa.
Cristian realmente no sabía qué demonios estaba haciendo. El no era así. A él le hubiera importando una mierda si Lisange se había roto la pierna, y mucho menos la hubiera dejado entrar a su casa. Mojada.
Pero aquí estaba el. Esperando a que el agua se calentara para que la mujer que tenia alado no muriera de una hipotermia.
-Ya esta- dijo
-Cambie de opinión ya no quiero estés aquí- dijo Lisange
Genial. penso Cristian, empezaba a enfadarse.
-No vas a estar jugando Lisange, y mucho menos conmigo-
¿Y el lindo Cristian?.
Nunca existió. Solo fue un momento de estupidez por parte del.
Lisange se tenzo ante sus palabras. Duras y frías.
-Yo.. lo siento, pero creo que no esta bien- dijo Lisange nerviosa
-¿Qué no esta bien?, ¿Esto?- dijo Cristian señalando la regadera.
-Si-i- tartamudeo Lisange por alguna razón no le gustaba que Cristian se enfadara con ella.
-Lisange eso no está mal, de verdad yo solo tenía intenciones de ayudarte a tomar un baño- dijo Cristian, la miro a los ojos y después susurro- Esto si está mal-
Y la beso.
El se moría por sentir sus labios de nuevo. Pero nunca se imagino como iba a reaccionar ella.
Lisange sabia que esto no estaba bien, nada esta bien, Cristian. El era el problema. Solo sentir sus labios hizo que se olvidara de todo. En ese momento no había problemas. Solo era Cristian y ella.
Y Lisange por fin respondió a su beso.
Entreabrió sus labios para dejar que su lengua entrara. Se apretó contra el a pesar de que solo esta ropa interior.
El gruño. Al sentir su cuerpo.
La rodeo con sus brazos por su estrecha cintura. Impidiéndole que ni siquiera pensara en separarse de el.
Cristian la llevo a la ducha. Ambos están bajo el agua caliente. Se seguían besando.
Pero Lisange noto algo, algo diferente e importante. El no era Alexander.
El no era su Alexander.
Alexander era tierno, amable y cariñoso con ella.
Cristian no.
Cristian la tocaba como si fuera un objeto que pudiera irse en cualquier momento. Ansioso por mas. Sus carisias no era tiernas. Eran rudas.
Lisange se separo de el.
-Lo siento- susurro
-¿Lo sientes?- dijo Cristian- No me mientas-
-No lo hago- dijo Lisange
Y salió de baño. Cojeando. Y aunque el dolor la mataba. No le importo.
Ella se iba en este preciso momento.
Se puso la ropa como pudo. Algunas lagrimas rodaron por sus ojos debido al dolor. Pero ella siguió.
Cristian la miraba.
Quedo fascinado. Esta mujer, era especial. A pesar de que sabia que su pierna estaba rota y seguramente dolía. Y mucho. Ella había decidido irse, solo porque amaba al vampiro. Pero el lo sabía, ella un quería estar con el aunque sea una mínima parte deseaba estar con el.
Y tarde o temprano estaría con ella. Al principio no le importo lo que pudiera pasar entre ellos, no le importaba que ella estuviera con el vampiro. Pero ahora.
Ahora de verdad la quería para el.
-No seas idiota, quédate aquí yo voy a buscar alguien- dijo Cristian
-No, yo voy- dijo Lisange. Incluso estaba sudando del esfuerzo que hacia al ponerse de pie.
Era idiota. Terca y fuerte. Eso le gustaba de ella.
-Como quieras- dijo Cristian
La observo caminar hacia la puerta. Y caer.
Cristian estaba listo en menos de una milésima de segundo para ir por ella.
¡Demonios! ¡¿Que mierda estoy haciendo?! Eso fue lo que pensó cuando se dio cuenta que Lisange tenía poder sobre el. El no era cualquier idiota que acudía cuando alguien necesitaba ayuda. Especialmente si es una mujer que acababa de rechazarlo.
Así que haciendo un esfuerzo la dejo ahí. Tirada en el piso.
Y se sorprendío por ver que ni así, Lisange pedía ayuda.
Se levanto y salió de la cueva.
¿Voy tras e ella? Pensó Cristian.
-No- decidió el.
Y así Cristian la dejo marchar aunque se muriera por ir a ver si no se lastimaba, o si le ocurría algo.

-Maldita sea Lisange no te puedes desmayar ahora. No puedes.- se dijo asi misma
Pero era inútil. El dolor ya se había apoderado de ella. Y no había otra cosa que pudiera sentir más que dolor. A si lo olvidaba, también había empezado a temblar de frio, salirse mojada no fue buena idea.
-Voy a terminar en la tierra de nuevo- se dijo
-Por supuesto que no lo harás- le dijo una voz familiar.
Beth estaba parada alado en unos de los troncos caídos.
-Demonios este si tiene que ser mi día de suerte- dijo Lisange con sarcasmo
-Vamos cerca de a aquí vive…- empezó a decir Beth
-Si, ya lo se, de ahí vengo y no voy a ir ahí otra vez-
-¿Cristian te hizo daño?, ¿Te saco de su casa?- Pregunto Beth de pronto furiosa.
-No, yo me Sali-
-¡¿Por qué hiciste eso?! –
Lisange lo penso.
-Asuntos privados-
Beth enarco una ceja.
-Entonces te llevare con Adrian, debe estar dándose de azotes contra la pared por no haberte cuidado mejor- dijo Beth sonriendo
Ver a Beth así… sonriendo y preocupándose por ella. Le hizo querer llorar. En este momento le hacia mucha falta su madre. Pero Beth había dicho que no era nada de ella.
De pronto Lisange se enfureció. Por todo lo que le había en este estúpido día. Nefesht desquiciados queriendo matar a todos, su pierna rota, el encuentro con Cristian y ahora Beth.
No gracias. Ya no quería mas mierda en su vida.
-No necesito tu ayuda- dijo Lisange
La sonrisa de Beth desapareció.
-No seas tonta claro que la necesitas-
-¿Y por que abrías tu de ayudarme?-pregunto Lisange
-Soy tu madre ¿Recuerdas?-